Milli mála - 2015, Síða 244
DIVERGENCIAS EN EL ENTENDIMIENTO DEL CONCEPTO DE DEMOCRACIA EN LA HISTORIOGRAFÍA
ESPAÑOLA
Milli mála 7/2015
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Estas palabras de Kant recuerdan en cierta medida las de Platón,
con la diferencia de que la tiranía, para Platón, implicaba el lideraz-
go de un demagogo mientras que, para Kant, se trataba más bien de
un dominio apoyado o facilitado por la mayoría de los ciudadanos.
El sentido negativo de la voz democracia fue disminuyendo en el
mundo occidental poco a poco solo a partir del siglo XIX para lue-
go, en el siglo XX, llegar a tener una gran diversidad de significados
(por ejemplo, la “democracia” en la Unión Soviética, en los Estados
Unidos, la toma de poder por medios democráticos de Hitler, etc.) .
En este contexto cabe señalar que en la España republicana no
se usaba la voz democracia entre los republicanos, a pesar de que la
Constitución de 1931 establecía una serie de importantes reformas
que nosotros, hoy en día, llamaríamos democráticas. Se prefería
hablar de República. Para los historiadores, en los primeros años del
franquismo tanto las voces República como democracia tenían un
significado derogatorio de desorden, caos y violencia hasta que
Franco introdujo su ‘democracia orgánica’, un término que puede
haber elegido para consonar con el significado favorable de demo-
cracia en el mundo occidental de los años cincuenta. Los historiado-
res más recientes11 o no hacen mención de aquella “democracia” o
la describen como una formalidad sin contenido que implicaba cier-
to contacto no horizontal, sino vertical, entre el régimen y algunos
sectores del pueblo.
Como es bien sabido, después de Franco se introdujo un siste-
ma democrático en España, lo que Sartori denominaría una demo-
cracia liberal. Llegó a llamarse sencillamente la democracia. Obvia-
mente, no pudo llamarse república, ya que en ese momento se trata-
ba de una monarquía constitucional o parlamentaria, siendo el Rey
Jefe de Estado pero sin poder en cuestiones gubernamentales. El
poder legislativo residía ya en las Cortes cuyos miembros se elegían
por sufragio universal y se formaba el gobierno a base del partido o
de los partidos con más representantes parlamentarios. El largo reco-
11 Se trata, por ejemplo, de historiadores como Luis González Antón, en su obra Es-
paña y las Españas, Madrid: Alianza Editorial, 1998, de Fernando García de
Cortázar y José Manuel González Vesga, en Breve historia de España, Madrid:
Alianza Editorial, 2005, de José Andrés Gallego (coord.) en España Siglo XX, Madrid:
Editorial Actas, 1991 y De Pierre Vilar, en Historia de España, Paris: Librairie espag-
nole, 1963.