Milli mála - 26.04.2009, Blaðsíða 97
vento de Lindisfarne –en la costa oriental de Inglaterra– en el año
793. Durante los 250 años siguientes, desde finales del siglo VIII
hasta principios del siglo XI, los escandinavos –guerreros y comer-
ciantes, piratas y colonizadores– recorrieron toda Europa y llegaron
así mismo a la costa oriental de América. La expansión vikinga no
hubiera podido tener lugar sin el notable dominio de las técnicas
náuticas y la maestría en la construcción naviera que caracterizaban
al pueblo escandinavo.
A lo largo de esta época, los vikingos establecieron estados en las
zonas colonizadas, entre los que se encuentra Normandía, en el
norte de Francia, ducado fundado a principios del siglo X. Los nor-
mandos, ‘hombres del norte’, procedentes de los territorios de la
actual Dinamarca y Noruega, aunque pronto absorbidos lingüísti-
camente por el entorno románico, dejaron valiosas huellas en la cul-
tura y la lengua de la comunidad invadida. Así, en el dialecto
francés hablado en la zona, el normando, se halla todavía hoy un
estimable número de voces de origen nórdico/escandinavo.6 Con el
paso del tiempo muchas de estas voces nórdicas llegaron a formar
parte del repertorio del francés general, lengua a través de la cual
pasaron luego al español. La mayoría de estas voces pertenece al
léxico marinero. Son vocablos que se adscriben a la terminología de la
construcción naval, campo en el que se encuentran voces como qui-
llar y tingladillo, o que se refieren a las partes del casco de las embar-
caciones, como por ejemplo las palabras quilla, branque, estrave, car-
linga, varenga y tilla. También son nordismos algunas denomina-
ciones de las distintas clases de jarcias o partes de las velas, como
obenque, ostaga, racamento y otros. Asimismo hay términos que hacen
referencia al arte de navegar –singlar– y determinados modos de
maniobrar –arridar, guindar, desrizar y abitar–, igual que aquellos
que designan instrumentos o utensilios náuticos como, por ejemp-
ERLA ERLENDSDÓTTIR
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6 En cuanto al devenir lingüístico de los normandos, conviene tener presente al romanista Lüdtke
cuando menciona que, ya totalmente romanizados, los normandos contribuyeron a la propa-
gación de la cultura normando-francesa al conquistar Inglaterra y el sur de Italia y Sicilia en el
siglo XI. En estos territorios se creó de pronto una situación de bilingüismo y de multi-
lingüismo, y entre los dialectos hablados se encontraba el normando. Según Lüdtke, la lengua
francesa, el provenzal y el dialecto normando enriquecieron con préstamos la lengua germáni-
ca, por un lado, y las demás lenguas románicas, por el otro. Lüdtke, Helmut, Historia del léxico
románico, Madrid: Gredos, 1974, pp. 92–106.
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