Milli mála - 01.06.2016, Blaðsíða 72
QUILLA , BRANQUE , ESTRAVE . . .
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lado al mundo de la construcción naval y de la navegación. A dife-
rencia de otros estudios en este terreno, el nuestro se centra en el
origen, o el étimo último, y la trayectoria de los vocablos seleccio-
nados desde la lengua de origen propuesta hasta la lengua receptora,
es decir el español.
El propósito del presente trabajo es analizar diversos aspectos
relacionados con varios vocablos náuticos españoles provenientes del
germánico septentrional. El estudio forma parte de una investiga-
ción más extensa que estamos llevando a cabo sobre voces de origen
nórdico incorporadas al español; se trata de voces que proceden di-
recta o indirectamente del nórdico antiguo y de las lenguas nórdicas
modernas: el danés, el feroés, el islandés, el noruego y el sueco.
El análisis y la clasificación de las voces de nuestro corpus –for-
mado por léxico extraído de los diccionarios generales y específicos
de la lengua española y los bancos de datos– manifiestan que el
campo semántico de la arquitectura naval y de la marinería es el más
cuantioso. Estas voces náuticas pertenecen a la terminología del
ámbito de la construcción naviera, a la denominación de las distin-
tas partes del casco de las embarcaciones y de los diferentes tipos de
jarcias o partes de las velas o del mástil. Asimismo, hay términos
que hacen referencia al arte de navegar y de maniobrar una embar-
cación, igual que los que designan herramientas y utensilios utiliza-
dos a bordo, y el matalotaje y los bastimentos para las largas singla-
duras y travesías por mar. El vocabulario del mar estudiado son
bases léxicas, sustantivos la mayoría, que penetraron en el español a
través de una tercera lengua a partir del siglo XIII.14 En la lengua
española, las fuentes primarias utilizadas para documentar este léxi-
co específico del mar son textos de índole variada de los que cabe
destacar libros y relaciones de viajes, tratados histórico-geográficos,
obras y escritos sobre la construcción naval y la navegación, glosa-
rios y diccionarios náuticos, así como también obras literarias.15
14 El francés, por lo general. En cuanto al contacto de los nórdicos y de los franceses en épocas pasadas,
cabe evocar la expansión vikinga y la fundación de estados en las zonas invadidas, entre otros el
ducado de Normandía, en el norte de Francia, establecido en el siglo X.
15 Ver: Erlendsdóttir, Erla, ““… el guindaste pa guindar la uela.” Los vocablos guindar y guindaste, y
sus derivados”, Milli mála 1/2009, pp. 95–121. Erlendsdóttir, Erla, “Algunos marinerismos nórdi-
cos en el español”, Actas del XVII Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas (sin pág.),
2010, Madrid: Iberoamericana-Vervuert. Erlendsdóttir, Erla, “Racameno, rizo, bolina… Términos
náuticos de origen nórdico”, Milli mála 5/2013, pp. 285-312.